Economía

Olivier Blanchard: “Si Chile crece entre 3% y 4%, probablemente está bien, pero no es tan bueno como fue en el pasado”

El economista, quien visitó el país hace unos días para participar de un seminario del Fondo, descartó que el actual proceso de desaceleración que vive América Latina lleve a una nueva década perdida.

Por: Constanza Morales Huidobro | Publicado: Martes 9 de diciembre de 2014 a las 05:00 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

Las tasas de crecimiento por sobre 5% en Chile probablemente son cosa del pasado, pero expandirse a un ritmo entre 3% y 4% no es malo y es necesario aceptar esta nueva realidad. Esa es la visión de Olivier Blanchard, consejero económico y director del Departamento de Investigación del Fondo Monetario Internacional.

En entrevista exclusiva con DF, el economista descartó que América Latina se dirija hacia una década perdida, pero advirtió que la región debe enfrentar el problema de la desigualdad para hacer más eficiente su economía. A nivel mundial, se mostró optimista sobre EEUU, pero reveló reparos sobre el bajo crecimiento potencial en Europa y Japón.

- ¿Cómo evalúa la recuperación global?
- Se mantiene débil y con grandes diferencias entre los países. Entre las economías avanzadas, EEUU y el Reino Unido están viendo una recuperación sólida. Pero Japón y la zona euro están teniendo problemas.
Si se mira a los mercados emergentes, también hay mucha diversidad. Hay países como China e India que están bien, no creciendo a los niveles previos a la crisis, pero bien. Y luego hay naciones como Brasil y Rusia que tienen un desempeño pobre.

- Hace dos años afirmó que la recuperación tomará décadas. ¿Mantiene esa opinión?
- La crisis ha dejado muchas cicatrices y hay mucho que reparar. Incluso en EEUU, la deuda pública es alta. En algunos otros países, los bancos o el sector corporativo no están en gran forma... Para hacer una analogía, supongamos que uno se rompe la pierna. Cuando sacan el yeso, uno puede caminar, pero la recuperación completa toma un período muy largo. Cuando uno ve, por ejemplo, el nivel de deuda pública de Japón o el apalancamiento de las firmas en España, uno sabe que va a tomar un período muy largo para volver a estar completamente sano.

- La directora gerente del FMI Christine Lagarde ha advertido de una "nueva era mediocre". ¿Concuerda con esa visión?
- El tema que desarrollamos en el informe Panorama Económico Mundial (WEO, su sigla en inglés) fue que la recuperación era lenta por dos razones. Primero, los legados de la crisis y, segundo, la disminuida perspectiva sobre el crecimiento potencial. Las tasas de crecimiento potencial de la mayoría de los países son menores que antes de la crisis.
En Europa, donde el crecimiento potencial ya era bajo, este ha sido revisado a la baja. Las estimaciones de crecimiento potencial de Japón son menores a 1% anual. Incluso si tuviésemos una recuperación completa y no nos embarcáramos en reformas estructurales, podríamos terminar con estas tasas de expansión, que no son muy impresionantes. En otras palabras, son bastante mediocres.

- ¿Ese concepto aplica sólo a las economías avanzadas o también a las emergentes?
- La corrección a la baja del crecimiento potencial ha sido en realidad mayor en los mercados emergentes. China estaba en 10% y ahora esperamos que crezca 7%. ¿Es esto mediocre? Es un tipo de mediocridad que muchos países avanzados estarían felices de tener... Es mediocre en relación a las tasas del pasado, pero aún son tasas muy altas.
En América Latina, no creo que se vuelva a las tasas que hubo antes de la crisis, porque los precios de las materias primas no van a ser tan altos y las condiciones financieras van a ser potencialmente ajustadas. Por lo tanto, si Chile crece entre 3% y 4%, probablemente está bien, pero no es tan bueno como fue en el pasado. Tenemos que aceptarlo.

Debilidad en Europa y Japón

- En octubre, el FMI aseguró que existía un 30% de probabilidad de deflación en la zona euro. ¿Ha cambiado esa probabilidad?
- Es complicado. Hay factores que están funcionando en ambas direcciones. Primero, las noticias publicadas desde el WEO han sido generalmente malas. Los índices de producción han caído incluso en Alemania. Eso tiende a hacer que uno aumente la probabilidad de una recesión o deflación.
Al mismo tiempo, hay dos cosas que van en la dirección opuesta. La primera es que el euro se ha depreciado bastante. Eso ayudará. ¿Cuánto? No lo sabemos, pero podría ayudar lo suficiente para evitar una recesión. También ayudará en el lado de la inflación.
El segundo elemento es el descenso en el precio del petróleo, que en general es buena noticia para los importadores de petróleo, ya que eleva el ingreso real, la inversión y el consumo.

- El FMI ha llamado al Banco Central Europeo para que tome más acciones para combatir la amenaza de la deflación y la recesión. ¿Está más cerca el BCE de anunciar un programa de alivio cuantitativo?
- Sí, pero el BCE no puede simplemente seguir adelante sin el apoyo de sus miembros, y como es sabido, Alemania se mantiene reacia. El BCE está tratando de convencer a sus miembros de que es necesario, está implementando la infraestructura para hacerlo y si las cosas no mejoran drásticamente pronto, probablemente veremos un programa de alivio cuantitativo.

- Japón entró a su cuarta recesión en seis años. ¿Fue un error introducir el alza de impuestos en abril?
- Japón tiene dos problemas: uno de crecimiento y otro de una situación fiscal muy preocupante. Tienen una deuda de 250% del PIB, 170% de deuda neta y un déficit primario de 6%. Con estas cifras, debe haber un plan para recortar el déficit. Si tal plan no es implementado, los inversionistas comenzarán a preocuparse de la deuda y a exigir una prima. Las cosas podrían pasar de mal a peor.
El plan general es subir el impuesto al consumo paso a paso. A comienzos de año, parecía que la economía era lo suficientemente fuerte como para dar el primer paso. Después, resultó que la economía era más débil. Cuando llegó el momento para la segunda alza, y a la luz de las malas cifras, estuvimos de acuerdo con que Japón debía posponerla. Habiendo dicho esto, la posición fiscal del país es preocupante y no pueden tomar riesgos en subir el déficit.

- Con Japón en recesión y la zona euro al borde de la deflación, EEUU aparece como el único punto positivo del mundo industrializado. ¿Será dicha economía capaz de mantener el actual ritmo de expansión?
- Sí. EEUU es un gran país y la demanda doméstica es sólida, por lo que debería continuar yéndole bien. Pero la idea de que EEUU es el motor de la economía mundial no es correcta. Si EEUU está en buena forma, eso ayuda a otros países, pero un EEUU saludable no es suficiente. Hay que tener una demanda interna y políticas en orden.

- ¿Y la apreciación del dólar?
- Podría seguir por un tiempo. Esto podría ralentizar algo la recuperación de EEUU y, si es así, podría requerir un ajuste en la política monetaria. Pero la depreciación del yen y el euro es una buena noticia para las dos regiones que necesitan ayuda.

Futuro de los emergentes

- En los '80, algunos hablaban de una década perdida en América Latina. Luego tuvimos el auge de los commodities y una década dorada. Ahora parece que nos dirigimos a una nueva década perdida...
- Cuando los precios de las materias primas están altos y uno es un productor de commodities, la vida es dulce. Ustedes han tenido eso en el pasado. Ahora no lo tienen más, por lo que va a ser más desafiante. Para países particulares que son muy dependientes de las materias primas es un buen momento para pensar en otras fuentes de ingresos, en hacer algunas reformas estructurales que ayudarán a la inversión en otros sectores. No creo que vaya a ser una década perdida para los países emergentes o América Latina, pero no va a ser tan sólida como cuando los precios eran más altos. Así es la vida.

- Este año ha estado marcado por el debate de la desigualdad. ¿A qué se debe eso?
- En EEUU, el aumento de la desigualdad ha sido absolutamente sorprendente. En los últimos 20 años, dos tercios del alza en el ingreso por familia han ido al 1%. Ese es un número impresionante. ¿Tiene sentido tener crecimiento si gran parte de él va a los más ricos? No.
Para América Latina, el hecho es que aún existe una muy alta desigualdad. Ahora que el crecimiento es más bajo, el tema está saltando a la palestra. Los países de la región tienen que lidiar con la inequidad no sólo en términos éticos, sino también en términos puramente de eficiencia. En las sociedades desiguales, las economías no funcionan tan bien como en las sociedades más igualitarias. Las primeras tienen períodos más cortos de crecimiento y más frágiles. El crecimiento vale la pena si la mayoría se beneficia con él.

- ¿Qué deberían hacer los gobiernos?
- Las respuestas son bien conocidas. La primera es tratar de lidiar con la fuente del problema que es la educación desigual, por lo tanto se necesitan reformas e inversiones en educación. Sin embargo, la educación no resuelve todo. Una red de seguridad social robusta también es necesaria.

"Medidas de austeridad en 2010 fueron correctas"

A comienzos del mes pasado, una auditoría de la Oficina de Evaluación Interna (IEO, en inglés) del FMI criticó el llamado a aplicar medidas de austeridad en la zona euro que la organización realizó en 2010.
"La defensa del FMI de la consolidación fiscal terminó siendo prematura para las grandes economías avanzadas, ya que las proyecciones de crecimiento resultaron ser optimistas", concluyó el informe.

El economista jefe no comparte la crítica. "En 2010, parecía que la recuperación había comenzado. ¿Tenía sentido mantener el mismo déficit primario extremadamente grande y continuar acumulando deuda a un ritmo muy alto? No, no tenía sentido. Era momento de comenzar a reducir el déficit primario y disminuir la expansión fiscal", explicó.

Blanchard recordó que fueron muy explícitos sobre el hecho que el ajuste sólo debía hacerse si había crecimiento y debía ser de manera pausada. "Les dijimos: 'sean cuidadosos, háganlo, pero tienen que tener una consolidación fiscal en 2010'. Esta fue la decisión correcta en ese momento. Luego llegó la plena crisis del euro, el crecimiento se detuvo y tenía sentido desacelerar la austeridad fiscal por lo que eso fue lo que recomendamos desde 2011 en adelante", sentenció.

Lo más leído